LA PÉRDIDA



Se puede oír el sonido de las gotas de lluvia golpear contra el plástico que protege la ropa tendida en los hilos del tendedero. Hay una cuesta por donde sube una pelota que no consigue llegar hasta el final y luego baja y se apaga dentro de un charco.

- ¿Qué haces desnuda en medio de la calle? Vas a coger frío y te vas a mojar.

- ¿La ves?

- Sí, la veo.

- Cógela y dámela. No es suficiente con verla necesito tocarla.

- Toma

La coges, tratas de devolverle la vida impulsándola cuesta arriba. Pero una vez más no llega hasta el final, una vez más desciende y se apaga en el charco. Lloras.

- Volvamos a casa, déjala, será mejor que la olvides, ya sabes que existe.

Dejas que te ponga una manta encima y poco a poco creando huellas en la lluvia volvemos a casa y entramos dentro de ella.

- Dame un momento- Me dices

Antes de volver a la cama y secarte entre las sabanas y mi cuerpo decides entrar a su cuarto, crees que sigue ahí, jugando con sus cosas y la oyes reír y hablar sola.

Saludos y gracias

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