Todo está limpio, sin motas de
polvo que se puedan quemar con una lupa. Buscas hormigas fuera, y al final del
viaje en vez de encontrar la parada de autobús que te lleve al paraíso te
quedas dormido en un banco de madera, es la hora del blanco y negro y el
desfile de soldaditos de plomo al pasar a tu lado te mira raro, te ignora,
¿Quién te hizo daño en el corazón? ¿Y ahora qué?. Nunca has sido un buen
anfitrión de los escaparates, no tener hogar te ha hecho que te derrumbes, y el
gran pez no está en las calles asfaltadas, algo peor que no tener nada es
perder la esperanza, por eso tu barba sin afeitar se empapa de lagrimas. Todo
está limpio, sin motas de polvo que se puedan esnifar, así imaginaste que
empezaría el día, así pensaste que tal vez esta vez darías con ese lugar.
Saludos y gracias
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