Fuimos felices lo que se tarda
en pisar con el zapato una cucaracha. Hay quien no dura ni eso, tratando de encontrar
el consuelo con tus palabras. Podrías haber alcanzado una naranja, pintarla de
negro y tratar de engañarme diciéndome que eso es la cara oculta de la luna,
hubiese sido más fácil así, ¿no crees?. Sabemos tan poco de los estetoscopios
que es una muestra más de que poco me importa últimamente nada. Si en carnaval
nos llegamos a encontrar por casualidad (en alguna ciudad que lo celebre) y vas
disfrazada de bombera, quizás dentro del queso enmohecido de la nevera que se
ha quedado tan oscuro como un extranjero en un cuarto sin luz, haya un
agujerito y por él entre un trozo de luz.
Saludos y gracias
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