Fue a pedir un crédito al
banco, le dijeron que esperase un momento, luego le hicieron apoyar el brazo en
el mostrador y con una sierra mecánica se lo cortaron, después de aquello le
preguntaron qué tipo de interés quería.
Y cuando me siento como si
estuviese dentro de una central nuclear a punto de estallar porque ha sonado la
alarma de emergencia, solo pienso en colocar una tira de polvo blanco por tu
espalda desnuda y esnifarlo. Viajar al país de las maravillas de Alicia e
instalarme allí, no volver, no volver, volver revolviéndolo todo.
Entrar a un supermercado,
querer entrar únicamente al supermercado (no para comprar un producto pintado y
maquillado por inmensos mensajes publicitarios que coartan la libertad de
expresión) para preguntarle a la cajera por su número de zapatos y descubrir
que ya no tiene un cartelito con su nombre, que ahora se le identifica a través
de un código de barras.
Y cuando me pregunto qué sucederá
cuando se agote el carbón y el petróleo que nos sostiene con vida a tantos
miles de millones dentro de esta pelota gigante en la que nos encontramos, tan
solo se me ocurre ponerme una máscara goyesca, agarrarte de la mano, tirar de
ella hasta que alcancemos el botón de Hiroshima y lo pulsemos los dos a la vez.
Fuegos artificiales y una gran nube de esperanza.
Un padre retocando
genéticamente a su hija para convertirla en un cerebrito superdotado que pueda
acabar con la malaria (las enfermedades), la tristeza y la puta pobreza en el
mundo. Eso solo el principio, la primera ficha de domino de muchas que caerán
en cadena. Una gran manifestación de lo intolerable.
Y cuando vuelvo a creer en la
hermosura que acontece y dibuja con acuarelas el mundo que pisamos, me entran
ansias y una adrenalina radiografiable de desnudarme, convertirme en una
especie de Dios que mueva todos los balancines de la tierra rompiendo así la
barrera del silencio, convertirlos en rojo únicamente mirándolos desde los
ángulos infinitos que ofrece la omnipresencia, mientras eyaculando contra la
tiranía del tiempo se resuelve la ecuación de si definitivamente se puede
levitar o volver a nacer dentro de uno mismo.
Saludos y gracias
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