El vino hace que tus dientes
parezcan feos, y hablar después del sexo. Quedarse ahí en la cama tumbados, sin
decirnos nada para no estropear el momento. Solo mirándonos. Descansar como un
piano que se deja tocar siempre que le plazca y creen algo hermoso a través de
sus teclas. Envejecer a tu lado aunque eso signifique hacer que el movimiento
de todas las manecillas de los relojes de las estaciones vayan hacía atrás para
recuperar todos los instantes que no hemos estado juntos y convertirlos en
nuestros. Es cierto, nada es para siempre, pero tal vez un día dejemos que ese
concepto se lo lleven las olas del mar hasta el fondo del océano y todo lo que
nos separa nos vuelva a juntar.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario