Si abres la puerta del mar no
solo descubrirás que no tendrás porque buscar ningún significado a tu cuerpo
mojado, ni dar ninguna explicación, ni que la pista no estaba como pensábamos
en aquellas columnas renacentistas, si no que la descubrirás cuando preguntes
un domingo cualquiera recién despertada dónde se pueden comprar unos croissants
para acompañar al café y uno de los dos tengamos alguna respuesta. Porque creo
en cualquier ley física que nos acerque y no nos separe. De esa manera toda la
historia que hay alrededor de los domingos solitarios y la fugacidad del tiempo
por embalsamarnos en la nostalgia ya sea del pasado o del futuro se desdecirá y
dejaremos de formar parte de sus renglones torcidos por la tristeza del
desamparo.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario