Hasta que no seas amapola y
lleguen las noches que consiga tranquilizarme fumando el polen que dejes,
seguiré pensando en ti aunque esté con otras, se me harán nudos de marinero a
la deriva en el estomago creyendo que estás con otro, imaginando que vais
juntos a un parque a tomar cervezas y pasear a Libre, buscaré tu olor en los
armarios y en las sabanas, tu presencia detrás de los espejos que hay en los
bares, tu voz en las canciones que suenan en mi cabeza, e incluso todavía no
podré ofrecerte más que palabras y tarros vacios con sueños por llenar en
común, hasta que no únicamente seas amapola si no también yo pueda dejarlo todo
para ir detrás de ti de nuevo.
Saludos y gracias
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