Bebe para olvidar que está
esperándola, que la echa de menos, que los conejos ya no salen de las
chisteras, que se siente perdido si tú no le ayudas a equilibrar junto a él el
timón para evitar el naufragio.
Bebe no porque sea lo que más
quiera hacer, si no para decirse a si mismo que cuando vuelvas dejará de
hacerlo, buscando la excusa que acople para justificar el delito y el crimen
perfecto.
Pero al día siguiente cuando
se levanta con dolor de cabeza, el cuerpo magullado, el cansancio de haber
dormido mal y en un estado lamentable, se da cuenta que todo fue un error
porque tu recuerdo le llega con más fuerza y le resulta más difícil que nunca
soportar tu ausencia.
Y vuelvo a beber porque ya no queda tequila y
el vino ahora no es más que aceite envenenado dentro de mis venas, también
porque te compraste un gato con otro y como hacía tiempo que no sucedía suenan
canciones de Chavela y tú no estás aquí conmigo para cantarlas y besármelas.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario