MUÑECOS DE VUDÚ



La memoria negra volvió como hojas secas ahogadas en el lago, estaban todos de acuerdo, ese era su maldito plan, y tú viajas a la Europa de los ricos a recordarme que el amor era un muñeco de vudú. La aguja más fina directa al corazón, sin que escueza pero penetre con naturalidad y sin demasiadas prisas ni exceso de lentitud, un plan perfecto para ahogar, golpear y matar. Silencio debajo del agua. La sangre incolora, no hay pistas suficientes para los jueces del caso, los mismos que desalojaron de su casa a tantas familias que ahora viven en la calle.  Bendito silencio porque en este mismo momento marcaron un gol y se calló el grito a favor de un posible estado sin reyes ni políticos en el palco.  Celebración y tú follas sin miedo a que tus juguetes trapos usados en forma de muñecos de trapo se caigan y pidan una salida. ¿Qué salida? Si las noches que se tuvieron contigo eran una farsa un simulacro perfecto de la mentira. Tú eras la reina dentro de tu cuento de hadas. Subterfugios y miradas grises, el espejismo hace tan bien su función que cuando bajan el telón como idiotas aplauden y tú detrás de los bastidores te sentirás tan bien que te regarán de flores los mismos que nos dejan sin dientes ni pan para masticar.

Saludos y gracias  

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