El paisaje es lacrimógeno,
lluvia de gotas de desesperación, retazos perdidos en una pintura que
visualizamos, quedarse viendo el cielo y preguntándose qué es eso, y las
aureolas boreales son símbolos sin caracteres, andan sin ropa por el espacio
exterior, el desconocido. Se acaba la música y preguntas. Nada. Es todo. O
vacio. Dime algo sin decir nada. Como el silencio. Como la ropa que te quitas.
Como el cansancio cuando te arropa y duele porque no hay otra solución. Di algo
y grita ante tanto dolor. Grita y suéltalo. Desvírgalo. Como un buen polvo. Como
una buena masturbación. Vuélvete real como indica la desesperación pro
incubación pro sistema si lo requieres
(si te obligan sin tú saberlo) y míralo como una garantía como cuando compras
un producto. Suenan las paredes, los
acertijos, las dudas, los anestésicos, las preguntas que son respuestas y
nuevas preguntas, suena y retumba tu mundo… El paisaje vuelve a ser… ¿Cómo
es?...
Saludos y gracias
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