Si te estiro hacía mí te vas.
Si giras a la izquierda o la derecha te pierdes entre la muchedumbre. Si
decides volver no me encuentras. No me encuentro.
No cojas el avión si te aleja
de mí. Cógelo si te acerca.
Hay un puesto en el aeropuerto
que vende las golosinas que a ti te gustan. ¿Cambia algo si te las compro?
Creo que me miento cuando me
masturbo pensando en tu cuerpo desnudo. Los baños de los aeropuertos me recrean
imágenes dantescas (no me preguntes porqué) y también cuadros de tú y yo encerrados
(porque hemos corrido el pestillo) dentro de uno de esos diminutos espacios
para hacer las necesidades de baño, tú sin bragas, con la falda levantada y tus
piernas abiertas mientras mi cintura desnuda se cuela por medio de entre ellas
y entonces el sexo nos disfraza.
Quiero ver tus pechos. Siempre
me gustaron tus pechos para recorrer mi lengua por su contorno y morderte los
pezones despacio como a ti te excita. Se te siente más relajada cuando se te
nota mojada. Se me siente más relajado cuando me corro dentro de ti.
¿Si te hablo me escuchas? ¿Si
apoyo un vaso de cristal en el suelo de uno de los pasillos del aeropuerto te
puedo oír ahí donde estés? ¿Si me escribo en el brazo me coges de la mano para
leerme?
Una escena que vi en una
película o soñé en la cama. Saco una pistola en medio de un pasillo del
aeropuerto abarrotado de gente y apuntando a diestro y siniestro. Generación de
caos. Mientras te digo: Nena yo por ti podría ser o Batman o Al Capone, el que
prefieras. Mientras te descojonas ante tal absurdo. Y yo disparo agua y flores
dentro de los aeropuertos.
No cogeré el avión si me aleja
de ti. Lo cogeré si me acerca a ti.
¿Alguna vez cuando aterrice en
algún aeropuerto estarás afuera esperándome? ¿Alguna vez cuando aterrices en
algún aeropuerto estaré fuera esperándote?
Saludos y gracias
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