TU PEZÓN IZQUIERDO



Acostada desnuda en el sofá leyendo un libro y observar tu pezón izquierdo respirar las letras que se encuentran en cada hoja que pasas.

Tus piernas cruzadas y el lomo del libro apoyado encima de ellas. Tu pezón izquierdo como un mirador observando mis pasos.

¿Qué lees? El abrigo pesado por la suciedad de las calles se aplasta contra el suelo. Me desabrocho cada botón de la camisa y con un movimiento de tu mano me enseñas la portada y el título.

Querer tener entre mis dedos índice y pulgar tu pezón izquierdo y manipularlo hasta que se ponga en punta como si un torbellino de frío se concentrase a su alrededor.

Sentir tu pecho sobre mi mano, acariciarlo, amasarlo, crear con él figuras de barro y mis labios calientes y llenos de sed acercarlos lentamente a tu pezón izquierdo.

Con la punta de mi lengua recorrer tu pezón izquierdo haciendo círculos en el sentido contrario a las agujas del reloj para engañar al tiempo.

Tú salvando mi planeta sin que seas consciente de ello, hoy puede ser que llueva, que truene, que salga el sol y la primavera nos mienta pero bendita mentira que se desliza desde tu mirada y me dice que hoy vamos a leer juntos un libro que negociaremos entre los dos empezándolo desde tu pezón izquierdo.

En un mundo cuyo espacio temporal todavía es desconocido:

Llegar a casa, abrir la puerta con la llave que el día normal ya ha terminado y ahora empieza el que merece la pena, encontrarte desnuda en el sofá leyendo un libro y oír cómo me llamas con tu pezón izquierdo, eso es todo lo que quiero para mi mundo, eso es todo lo que deseo cuando vuelvo andando antes de que salgan los diablos de la noche y me atrapen.

Saludos y gracias

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