La noche me pierde y en verdad
si tuviese que expresarme de tal manera que quedase escrito en un libro, lo
cierto es que busco otras luces que comienzan en su tobillo, en las curvas de
sus caderas, y eso que ella todavía no lo sabe porque todavía no se lo he dicho
como se deben decir estas cosas, mientras tanto dejamos que la locura de la
efervescencia que surge debajo de los focos y faros de la noche nos guíen, con
el terrible devenir de levantarse al día siguiente y preguntarse ¿a dónde vamos
si el continuo espacio tiempo sigue siendo el mismo? ¿Cómo hablarle a ese
tobillo y explicarle esas cosas que sientes que ahí puede hallarse un principio
una pintura que merezca la pena contornearla lentamente y luego ponerle
colores? Todos alguna vez seguramente hemos estado en ese lugar incomodo del
amor no correspondido, nos hemos sentido nada confortables en ese asiento y
hemos tenido la urgente necesidad de levantarnos y alejarse de allí como sea,
sin mirar a las consecuencias, de tal manera que no nos frenamos a pensar que a
lo mejor sumergidos en tanta irracionalidad al día siguiente tal vez nos veamos
envueltos en un apocalipsis zombi o en algo peor, tal vez, tal vez, tengamos
suerte y cuando nos levantemos todavía tengamos suerte y robemos un poco de sol,
de ese dios cargado de buen karma y buena energía que andará tan escaso hasta
abril, cuando las flores vuelvan a florecer, las aves migratorias estén de
vuelta y las terrazas abran sus puertas, mientras tanto si el universo se
expresa ofreciendo esa oportunidad, seguiré intentando dilucidar la respuesta a
esa gran incógnita, ¿Dónde se encuentra la felicidad? ¿Cómo llegar hasta ella y
abrazarla fuerte para que no se escape nunca más? No lo sé... Tengo que
confesar que sobre estas y otras preguntas me encantaría hablarlas con algún
viejo chaman de algunas de esas primeras tribus que poblaron la tierra antes de
que las expulsasen y las exterminasen, será que a veces se despierta en mí ese
animal antropológico que todos llevamos ocultos dentro de nosotros, mientras
tanto, creo que quizás no tenga ninguna respuesta, pero tengo la sensación que
en ese tobillo encontraré parte de algunas de ellas, y creo que desde entonces
ya no tendré la necesidad de perderme por las noches.
Saludos y gracias
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