No sé si te acuerdas, o como contártelo
para que me oigas y lo entiendas, pero ayer si se hubiera prolongado ese otro
universo paralelo que una vez comenzamos a pisar y luego sin ninguna
explicación más que la del miedo nos dimos la vuelta y salimos corriendo, todo
hubiera sido diferente, y hoy, resulta que ayer habríamos vivido otro domingo…
Libre se despertaría a los
pies de la cama, se acercaría y nos daría los buenos días, tú prepararías tu
café, yo tomaría mi zumo de naranja, afuera haría un sol radiante que nos
llamaría a que conquistásemos las calles, nos ducharíamos juntos y
disfrutaríamos de nuestros cuerpos formando nudos, con el jabón abrasando
nuestra piel, y el agua cayéndonos encima, saldríamos a la ciudad a compartir
con la gente otras formas de vivir, fuera de sus dictados que nos obligaban a
obedecer como animales mansos, y nos acercaríamos corriendo a estirar de la
cuerda y ver como se derrumbarían todas las monarquías que quedaban en pie,
como los cuentos al final encontrarían sus finales felices sin príncipes ni
princesas, ni reyes, ni palacios, entonces lloverían amapolas del cielo, polvo
de estrellas, y a media tarde cariño, volveríamos juntos a casa a celebrar con
Libre que por fin el mundo que siempre soñé para ti al fin te lo podría
regalar.
Saludos y gracias
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