EL CONCIERTO



Yo llevaba banda ancha en mi cinturón, corbata sin apretar el cuello, flequillo a lo Tintín, camisa a rayas por fuera del pantalón, zapatos que todavía tenían rastro de nieve y alquitrán, y ahí estaba el Oso Yogui esperando su momento para sacarte a bailar un lento, música por los altavoces, tú pedías más rock, más ganas de botar, saltar hasta alcanzar la órbita espacial que acababa de coronar por televisión la NASA, Confucio como director de orquesta, un tipo que creías que se parecía a Buda con peluca o Jesucristo en la batería, un Hobbit como maestro de ceremonias, paraísos fiscales derrumbándose según tocaba notas el bajo, terapias para callarles la boca y volverlos mudos para siempre, la fiesta acababa de empezar, tú te me acercabas y nos sumergíamos olvidando el ayer y empezando el hoy, ahora relájate al final todo acabará bien, lo ves, está flotando ahí arriba, como el ET que siempre soñaste que nos esperaba para rescatarnos y señalarnos el camino hacía casa, ya sabes, el futuro en bicicleta y lo más próximo de la luna a ser posible, ya sabes, correr siempre juntos y crear tormenta boreal, ya sabes, atravesar como un funambulista la línea del Ecuador sin miedo a caerse.

Saludos y gracias    

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