DE OVNIS Y VOLCANES EN ERUPCIÓN



Nos prometimos hacer todas las canciones posibles juntos, versos de Neruda, y volcanes en erupción, la puerta del baño se sigue atrancando, hay que pegarle una patada a veces para abrirla, todavía guardo tu taza con la cara de ese perro triste, por aquí todo más o menos sigue igual, si algo tendría que cambiar va a ser muy difícil si no estás tú para provocarlo, cuando es de noche y salgo al balcón a fumarme el último cigarro del día, miro buscando tu estrella, y recuerdo como me decías siempre hay que elegir un bando, la neutralidad no existe, y cuánta razón tenías, pero no sé porque nunca me paré a escucharte, ni te imaginas el miedo que da ahora todas las noches ir a la cama sin ti.

La visión de todas las mañanas con esos platillos volando tapando la luz del sol es estremecedora, invasión y colonización, primero entre nosotros mismos, así de estúpidos hemos llegado a ser durante tantos años, para luego volvernos a dividir y sacar esa facción de mal que nos convierte en monstruos y destierra nuestra alma y cualquier atisbo de esperanza, una manera cruel de matar a la utopía, resulta que ya estábamos en el espacio exterior jugando a ser Dioses y no se les ocurrió mejor idea que volver en forma de lagarto y guisante extraterrestre, apagar la luz y encender el miedo y el temor en su última expresión.

Si fuese valiente y te hubiera creído cuando te tuve que creer, estaría ahora junto a ti en una nave espacial recorriendo planetas, estrellas, satélites y lunas en busca de algo de ayuda, y el caso es que tenía que haber estado a tu lado cuando decidiste hacer frente a los gigantes que no nos dejan ver lo que podríamos llegar a alcanzar, hay tanta expresión de pánico en las calles, que los días parece que se alarguen más de lo normal, me siento que te fallé, y el otro día te juro que creí verte en la cafetería roja que hace chaflán, tomando café e inventando en tu mente algún tipo de revolución, estuve a punto de acercarme y para averiguar si eras tú recitar de nuevo los viejos versos de Neruda, pero cuando fui a levantarme se acercó un lagarto y ella lo besó en los labios, y entonces lo supe esa no podrías ser nunca tú, ¿verdad que no eras tú?, eso no lo podría soportar, porque debes de saber que ojalá estuvieras aquí para ver como ahora sí que me atrevo a provocar volcanes en erupción.

Saludos y gracias     

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