No quería ver el partido de futbol,
quería que me vieras saltar y que cuando estuviera cayendo me salieran alas, a
la vez que de un edificio que solo se podía observar cuando salían días
nublosos sino se trataba de un mastodonte de hormigón fantasma, caían figuritas
de budas pequeñitos, todo lo que nos rodeaba y no veíamos más allá de nuestra
visión sin ningún poder especial, estaba pasando por su estado diminutivo, y
nos sentíamos gigantes sin domesticar, haciendo un scaletrix periférico con las
vías de comunicación de la ciudad, y colgando fotos en la red indecentes que asaltaban
la banca del Vaticano, y de los líderes conservadores de la doble moral,
amplificando de esa manera el sonido del caos.
No quería ver el partido de
futbol, quería estar contigo y una mariposa se metía dentro de mi estomago cada
vez que pensaba en ti, era como si todo fuera azul, y no importase ni el mal
tiempo, ni el fin del mundo como tan solo lo entendíamos tú y yo, había
codificado un monstruo de proporciones proporcionales a mi miedo a perderte, a
que no aparecieses cuando quedábamos para gritar y desarbolar los males del
mundo, por eso deseaba que me ayudaras a tirarlo abajo, ya que al fin y al cabo
nosotros somos nuestro propio infierno o nuestro propio cielo, estudiábamos como
la mejor manera de hacerlo era sacar el Picasso que llevábamos dentro y
empotrar de esa manera el monstruo contra algún muro y ver como se menguaba hasta
desaparecer.
No quería ver el partido de
futbol, quería que fuésemos los Bonnie and Clyde a lo Robin Hood versión siglo veintiuno,
por eso cuando ese día me quede esperando bajo la lluvia en el mismo sitio de
siempre a que aparecieses, y el tiempo seguía con su constante de derrumbar
todo aquello que encontraba a su paso, tú seguías sin venir, acabé entrando en
modo paranoia y todo se volvió luza, una palabra inexistente y que inventé para
intentar explicarte que todo se volvió azul pero al revés, quizás por eso cuando
te confundí y creí que eras tú la que andaba cogida del brazo de aquel tipo que
de repente se convirtió en mi Lex Luthor particular, sentí como si algo se
moría y ese fue el origen de la existencia de los días grises.
Saludos y gracias
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