Te diría que la otra noche la
pasé tan bien contigo hasta que te pusiste a bailar con aquel otro tipo, a
suicidar la noche, a darle un final de tragicomedia Griega, a coger ese último
vagón de metro sin contar conmigo, a quedarme en el andén viéndote marchar
dejándome encima esas ganas de matar.
Te diría que yo no sé de
princesas azules, ni de príncipes azules, ni de hacer realidad la promesa de un mundo mejor, aunque me gustaría saber
hacerlo, ni de trepar por las paredes y hacer malabares colgado del techo, ni
de verdades que no duelan, pero si sé que siempre te deberé todos los besos que
te hagan falta, y estar a tu lado cuando las absurdas ventanas escupan sus
mentiras y te entre miedo.
Te diría que lo que andas
buscando lo tienes delante de ti, que aunque sea imperfecto, me salgan canas en
un futuro no tan lejano, vuelva a errar al hacer el crucigrama del domingo, de
vez en cuando comparta la tristeza de los cristales llenos de vaho, y siga
saliendo herido cuando vea alguna injustica en los diarios, o en las palabras
de odio de otro tipo hacía mí, debes de saber que nunca más te sentirás sola, y
jamás llegaré tarde para abrazarte.
Te diría que me levantaré el
domingo y los días insensatos que forman una semana, recordándote hasta
empequeñecer el mundo para que solo me quedes tú, sin importarme si naves
inteligentes decidieron invadir el planeta tierra, buscando en los días que
llueva debajo de los paraguas tu refugio inestable pero cierto, que me escribas
diciéndome que me invitas a tu casa para hacerte el amor, y cuando vuelva a
verte me dará rabia saber que no seré ese tipo valiente capaz de demostrarte
que un domingo astromantico es posible entre nosotros dos.
Saludos y gracias
Saludos y no se merecen.
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