Quedarse parado en los andenes
viendo llegar y marcharse a los trenes, le sobreviene encima todas las ciudades
que ha visto que tienen tranvía. Todavía no sabe si las ciudades se hacen a los
tranvías, o estos se hacen a las ciudades. Las serpentean y algunas las lleva
hasta el infinito gris del fin. Los meses caen de los calendarios y no dejan
ningún rastro que merezca la pena seguir. Viaja hasta su cafetería favorita
(qué más da si era la de él o la de ella). Aunque sé que nunca aparecerás.
Pliega en dos vértices y dentro de un triangulo su viento favorito que entra
por la ventana. La recuerda callada, derramando gotas del rocío que quieren
sobrevivir a una amistad que se muere. Ella le dice que le quiere pero poniendo
etiquetas detrás. Él se teletransporta a un mundo lleno de espectros. Y le dice
perdona que a partir de ahora siempre llegue tarde. Aunque te siga esperando y
sepa que nunca aparecerás. Le da rabia que nadie le dijera que este año no iba
a ser fácil. Continuará las cicatrices grises que dejan los tranvías.
Saludos y gracias.
Tanta tristeza y tanto (buen) desamor, ponle música y verás lo que sale. ;-)
ResponderEliminarPerder una amistad por no amar, una maravilla la metafora
ResponderEliminarUn abrazo