SOBRE MURCIÉLAGOS, NORIAS Y CUERPOS DESNUDOS EN UNA PISCINA


Aún hay murciélagos ahí fuera, que aletean fuerte cuando sienten el miedo pasar por su lado, y las mañanas se despiertan peligrosas cuando tan solo se escucha en la radio, en las personas, escombros caer, a nadie, nadie se le ha ocurrido empezar el día de otra manera mejor. Como si nos hubieran borrado de la memoria eso de salir radiantes a la calle. No se puede seguir así o acabaremos encogidos en un letargo peligroso.

Y me despiertan algunas frases del directo del otro día, los brindis que cayeron por los viejos tiempos, planes y contextos futuros que no sabremos si veremos hechos realidad, volver a golpear la bola a ver si esta vez sale fuera del maldito estadio, casi al mismo tiempo pero en diferente día comprobar que el ayer y el hoy a veces son lo mismo pero con matices, desenmascarando la noche de San Juan, y prometiendo futuros mejores con el cuerpo desnudo en una piscina que raptamos después de haber cansado el cuerpo bebiendo más de la cuenta, y el ya nos volveremos a ver, que las viejas amistades jamás las condenaran la distancia y el olvido, la noria a lo lejos y en su punto más alto gritar tan fuerte para que esta vez sí, el universo escuche lo que tengo planeado, y comience a conjugar los verbos, moldear los conjuntos, las circunstancias, y todo se ponga en marcha, y como si se tratase de un flashback me llega tu recuerdo difuminado.  

Tal vez cuando nos volvamos a saludar tú habrás echo tu vida y me cuentes que todo te va genial, me alegre de oírlo, y cuando me preguntes,  yo te diga, llegue a tiempo de dejar para siempre las cosas que me cansaban demasiado y no me hacían sentirme bien, así que ya ves, aunque quizás se nos haga tarde, porque no aplazamos por un momento lo que tengamos que hacer, tomemos algo juntos por eso de ganarle la batalla al olvido, y no se borre lo que fuimos y pudimos ser, luego despedirnos, porque quizás esta si será la definitiva, o a lo mejor simplemente me digas me encantaría quedarme pero no creo que sea buena idea.

Solo al final, te preguntaré una última cosa, estás sola, y me contestarás con una sonrisa, y añadirás soy muy feliz, y yo te diré, yo también, supongo que al final lo conseguimos. Hasta luego porque nunca me gusto decir adiós.

Saludos y gracias

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