Ahí estaba las belleza de las cosas, detrás de ese acuario que mantenía atrapado al tiburón blanco, allí donde decidimos que era hora de reventar el planeta, hacerlo estallar, algo así como la última broma final.
Saliste corriendo para comprobar si una vez más, una más, iría detrás de ti, para no dejarte escapar, y era tu forma de demostrarte que siempre estaría ahí. Ahora, que solo nosotros lo sabemos, que ya va siendo la hora que todo colisione, que se acerca la hora del colapso final, me dices que no se te ocurre nada más divertido que hagamos el amor una vez más. Poner un toque de hermosura cuando el pánico prenda como un fuego difícil de detener.
Nadie, nadie lo entenderá, ni aunque se lo expliquemos en Morse, estaba pactado de antemano, no es cierto, pero es mejor pensarlo así, es decir, tenía que llegar, tenía que llegar, el día que los valores bursátiles hagan boom, y los malditos funcionarios del terror junto a ellos, esos fantasmas sin cara, se vayan al país de los dinosaurios.
Ahí estaba todo lo que queríamos ver, antes del gran apagón final, Nemo haciendo burbujas detrás de las paredes de ese acuario de cristal. Y tú desnudándome con los ojos cerrados, y yo dejándome llevar, sabiendo que afuera todo está a punto de reventar, ya llego la hora de acabar con esa maldita función que habían inventado detrás de sus mesas de ejecutivos agresivos.
Nos lo prometieron que sería rápido, algo así como el último paréntesis nuclear, luego, ya sabes, lo que siempre hemos soñado, el mundo cuántico mostrando su verdad, su evidencia más absoluta, y lo más cerca que jamás estaremos del futuro.
Ya están aquí, los ves, ya cruzaron la constelación de Orión, un último salto de luz, y todo comenzará, sería de estúpidos intentar hacer comprender porque necesitamos su ayuda, hay cosas que son mejores no explicar, el resultado valdrá la pena.
Ahí, ahí estaba la delicadeza en su máximo esplendor, en el acuario que nos dejamos apoyar, mientras hicimos por creer una vez más y follamos hasta que todo lo que conocíamos, éramos y fuimos se evaporó al hacer crack.
Saludos y gracias
Saliste corriendo para comprobar si una vez más, una más, iría detrás de ti, para no dejarte escapar, y era tu forma de demostrarte que siempre estaría ahí. Ahora, que solo nosotros lo sabemos, que ya va siendo la hora que todo colisione, que se acerca la hora del colapso final, me dices que no se te ocurre nada más divertido que hagamos el amor una vez más. Poner un toque de hermosura cuando el pánico prenda como un fuego difícil de detener.
Nadie, nadie lo entenderá, ni aunque se lo expliquemos en Morse, estaba pactado de antemano, no es cierto, pero es mejor pensarlo así, es decir, tenía que llegar, tenía que llegar, el día que los valores bursátiles hagan boom, y los malditos funcionarios del terror junto a ellos, esos fantasmas sin cara, se vayan al país de los dinosaurios.
Ahí estaba todo lo que queríamos ver, antes del gran apagón final, Nemo haciendo burbujas detrás de las paredes de ese acuario de cristal. Y tú desnudándome con los ojos cerrados, y yo dejándome llevar, sabiendo que afuera todo está a punto de reventar, ya llego la hora de acabar con esa maldita función que habían inventado detrás de sus mesas de ejecutivos agresivos.
Nos lo prometieron que sería rápido, algo así como el último paréntesis nuclear, luego, ya sabes, lo que siempre hemos soñado, el mundo cuántico mostrando su verdad, su evidencia más absoluta, y lo más cerca que jamás estaremos del futuro.
Ya están aquí, los ves, ya cruzaron la constelación de Orión, un último salto de luz, y todo comenzará, sería de estúpidos intentar hacer comprender porque necesitamos su ayuda, hay cosas que son mejores no explicar, el resultado valdrá la pena.
Ahí, ahí estaba la delicadeza en su máximo esplendor, en el acuario que nos dejamos apoyar, mientras hicimos por creer una vez más y follamos hasta que todo lo que conocíamos, éramos y fuimos se evaporó al hacer crack.
Saludos y gracias
como siempre, fantástico!! :)
ResponderEliminar