¿QUIÉN ME HA ROBADO ESTE MES DE ABRIL?

Hay canciones que en determinados momentos representan nuestro estado de animo, nuestra situación, y ayudan a explicarnos como nos encontramos o como nos sentimos.

En mi caso, me apoyo en “¿Quién me ha robado el mes de abril?” De Joaquín Sabina para explicar dicho mes marcado por la impotencia, y la rabia que conlleva arrastrar un dolor físico.

Una vez me dijo hace unos años un doctor, que el dolor es subjetivo, que un mismo dolor no es igual para cada persona, que cada una lo canaliza, y lo siente a su manera, hay quien tiene facilidad para soportar más el dolor que otras, y hay quien soporta mejor unos dolores que otros. Por eso, me dijo, resulta tan difícil empatizar con el dolor.

El dolor es una especie de Alíen que decide anidar en tu cuerpo por un tiempo indeterminado. Depende varios factores es más fácil o más difícil extirparlo, o hacerlo desaparecer de manera rápida y concisa. En cambio hay otros que se quedan contigo, que hay que esperar que elaboren su maldito plan, y lo único que nos queda esperar es que no nos consuma mentalmente.

Porque donde más acaba golpeando el dolor es psicológicamente, ahí es donde más daño hace, donde está realmente el peligro. Y uno cuando lo tiene es consciente, que no hay que dejar que te hunda, que te arrastre a un agujero negro sin salida. Es cuando entonces entras en una lucha permanente, e intentas que no te tumbe, que aunque te mantenga en jaque durante un tiempo, no llegue a darse nunca el mate.

Es la fase de la defensa, replegarse, y soportar el dolor a tu manera, porque cada uno tiene que encontrar la forma de vivir con él durante un tiempo. Esperar, esperar a que se repliegue y cansado de acosarte decida irse de tu cuerpo.

Durante este proceso a veces lo que más te duele, no es que tu vida se encuentre por un tiempo determinada y esclavizada a ese maldito Alíen que ha penetrado por dentro de tus entrañas, sino que la gente que más te importa te vea sufrir, pasarlo mal.

Por eso ahora que parece que mi particular Alíen se encuentra en sus últimas, que está apunto de exhalar su último aliento, aunque hasta el final continuará dando guerra, es inevitable, lo lleva en su naturaleza, hacer sufrir hasta el final. Prefiero pensar en estos momentos, aunque resulte estúpido o ingenuo, que de alguna forma después de haber perdido este mes de abril, después de haber sobrevolado Europa y no haber podido disfrutar de Valencia como me hubiera gustado, de tener que encontrarme frente a frente con temores y miedos que me acechan últimamente detrás de mi sombra, quiero creer que de alguna manera el Universo me compensará.

Aunque sin saber todavía si el Universo tiene algo preparado para mí o no. Al menos sé que mereció la pena coger ese avión como estaba planeado y volver aquí para estar contigo, porque estos cuatro días a tu lado así me lo han demostrado.

Ojalá lo que ayer vimos sea una metáfora de lo que está por venir. Ayer después de unos días primaverales estupendos, se puso todo el día a nevar, (nunca antes había visto nevar en Mayo) hacía frío, y todo ello bajo un manto gris, triste y deprimente. En cambio hoy ha vuelto a salir el sol con fuerza.

Por eso quizás a la vuelta de la siguiente esquina se encuentre el mes de abril que me robaron.



Saludos y gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario