LA RECETA

Te reserve un lugar
para volver a rehacer
la receta que una vez dejamos
a medias.

¿Te acuerdas?
Tú le ponías un poco de pimienta
y yo le añadía un poco de sal
lo mezclábamos a medías
y luego se dejaba cocer
a fuego lento.

Era así como aconsejaba
el manual, el libro de recetas
de una vieja bruja
que algunos querían quemar
en una hoguera
en cambios otros querían
resucitar sus cócteles
y pócimas secretas
porque sin saber todavía
muy bien porque
alguna que otra mala hierba
sepultaba pesando a quien le tuviera
que pesar.
A cambio de nuevos capullos
en viejos mosquetones
que ya no volverían hacer ruido
ni eructar canalladas ni sandeces.

Te mande una invitación
como las de ahora
por mail y a bajo coste.
Allí si aceptas
podrás encontrar
una vieja historia
que empezó mientras
un búho mordía a la luna
y el mar impasible
bostezaba desde la sombra
invitando a aquellos
que se dejaran
engatusar por la receta
de una vieja bruja
que algunos malnacidos
querían quemar en una hoguera
y otros..........otros.....
Simplemente
querían probar la delicatessen
que se escondía detrás
de esa vieja receta
que ahora te convido
a retomar.

Así que ahí mismo
en el punto de encuentro
señalado entre la Osa
mayor y la menor
te espero como la última vez.
No te olvides de traer la pimienta
y yo pondré la sal.
Recuerda dejar cocer
a fuego lento, muy lento,
mientras tanto tal vez podamos
descubrir que se esconde
detrás del bostezo del mar
quizás allí se encuentre
el trozo de luna
que una vez un búho
le extravió.

Saludos y gracias

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