Hoy quisiera contarte que he escuchado algunas canciones que me han hecho sentirme muy bien, que me imagine en otro lugar, no sabría decirte cual, pero otro lugar diferente a este, y que sé que era feliz, muy feliz.
Hoy quisiera contarte que comprendí que los cuentos no están tan lejos de la realidad como nos quieren dejar ver, que las historias infantiles están más próximas a las de los adultos de lo que quieren aceptar.
Hoy quisiera contarte que entre dentro de otro plano tridimensional y todo se encontraba al revés que en el nuestro, allí era algo así como imagínate al Guernica desnudado de su parte oscura, y tan solo quedara su belleza, su esplendor, su cubismo.
Hoy quisiera contarte que salte por un séptimo porque no había ascensor y no tenía ganas de bajar por las escaleras. Y no me caí, todo lo contrario, acompañe en pleno vuelo a una bandada de pájaros y acabe en la guarida de un Dragón halado, impone pero no es tan malvado como nos pensábamos.
Hoy quisiera contarte que el Universo finalmente se decidió a repartirme la suerte que tanto tiempo llevaba buscando, y que desde hoy nena, soy un hombre afortunado, y ya no te tienes que preocupar por nada.
Hoy quisiera contarte que me he comprado a precio de saldo una maquina para viajar por el futuro, igual que un Delorian pero más sofisticado.
Hoy quisiera contarte que di con el conejo de Alicia, me metí en su madriguera y estuve todo la tarde tomando café con “El Sombrerero”.
Hoy quisiera contarte que me dieron un nuevo superpoder, o mejor dicho mi primer superpoder. El don de traspasar las paredes, al principio no le encontraba mucho sentido, pero ahora lo sé, ningún muro jamás será un obstáculo para mí, jamás podrán retenerme, ni a mí, ni a ti nena, porque pienso llevarte cogida de la mano hasta donde haga falta.
Hoy quisiera contarte que yo era el director de mi propia película, y yo elegía los decorados, los espacios abiertos y cerrados, lo que me sucedía o lo que me dejaba de suceder, y el tiempo dejaba de ser lineal, era más bien como un chicle, podía estirarlo a mi manera, a mi antojo, y al final tú eras la chica de la película, y yo aunque no te lo creas era tu hombre.
Hoy quisiera contarte que finalmente di con la poción secreta nena, se la robe a unas brujas, a partir de hoy ya sé como convertirte en la mujer más feliz del mundo.
Hoy quisiera contarte que comprendí que los cuentos no están tan lejos de la realidad como nos quieren dejar ver, que las historias infantiles están más próximas a las de los adultos de lo que quieren aceptar.
Hoy quisiera contarte que entre dentro de otro plano tridimensional y todo se encontraba al revés que en el nuestro, allí era algo así como imagínate al Guernica desnudado de su parte oscura, y tan solo quedara su belleza, su esplendor, su cubismo.
Hoy quisiera contarte que salte por un séptimo porque no había ascensor y no tenía ganas de bajar por las escaleras. Y no me caí, todo lo contrario, acompañe en pleno vuelo a una bandada de pájaros y acabe en la guarida de un Dragón halado, impone pero no es tan malvado como nos pensábamos.
Hoy quisiera contarte que el Universo finalmente se decidió a repartirme la suerte que tanto tiempo llevaba buscando, y que desde hoy nena, soy un hombre afortunado, y ya no te tienes que preocupar por nada.
Hoy quisiera contarte que me he comprado a precio de saldo una maquina para viajar por el futuro, igual que un Delorian pero más sofisticado.
Hoy quisiera contarte que di con el conejo de Alicia, me metí en su madriguera y estuve todo la tarde tomando café con “El Sombrerero”.
Hoy quisiera contarte que me dieron un nuevo superpoder, o mejor dicho mi primer superpoder. El don de traspasar las paredes, al principio no le encontraba mucho sentido, pero ahora lo sé, ningún muro jamás será un obstáculo para mí, jamás podrán retenerme, ni a mí, ni a ti nena, porque pienso llevarte cogida de la mano hasta donde haga falta.
Hoy quisiera contarte que yo era el director de mi propia película, y yo elegía los decorados, los espacios abiertos y cerrados, lo que me sucedía o lo que me dejaba de suceder, y el tiempo dejaba de ser lineal, era más bien como un chicle, podía estirarlo a mi manera, a mi antojo, y al final tú eras la chica de la película, y yo aunque no te lo creas era tu hombre.
Hoy quisiera contarte que finalmente di con la poción secreta nena, se la robe a unas brujas, a partir de hoy ya sé como convertirte en la mujer más feliz del mundo.
Saludos y gracias
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