ESPEJOS DEL PASADO

Ayer comente que el otro día me vi reflejado en el espejo del pasado. Estaba positivo, radiante, claro está a mi manera. A veces me gusta otras no. No, no el estar positivo, claro que me gusta eso, sino mi manera.

Fui benevolente, quizás la euforia, las ganas de haber superado este pico tan alto que he tenido ante mí los últimos meses. Lo sé vendrán otros, me gusten o no me gusten, es ley de vida. Tan solo es cuestión de estar preparados. Y cuando llegue el momento, arneses al cinto, y muchas, muchas ganas de subir, nunca de bajar.

Lo que no conté es esas otras cosas que vi, no hay motivos, simplemente pasa. Uno no siempre se acuerda de todo, o mejor dicho siempre nos acordamos de lo que nos queremos acordar, a no ser que nos hagan recordar. Remember me gusta más.

No dije lo que no he conseguido, lo que se ha quedado por el camino. Pero como creo que todo está hilvanado, unido, en definitiva todo es el desenlace de un origen. Pienso... Quizás si hubiera conseguido esas otras cosas que ahora creo que se quedaron por el camino, seguramente no hubiera conseguido las cosas que he alcanzado hasta el momento. Consuelo, siempre hay que encontrar consuelo. Simplemente ayuda. En ocasiones.

Lo que tampoco conté es el duelo físico cuando me descubrí en el espejo. Me vi mi yo anterior, y no me gustaba, eso confirma mi teoría que llevo arrastrando hace varios años, la adolescencia fue demasiado cruel conmigo.

La niñez fue otra cosa, a veces quiero volver, no para quedarme para siempre, no, me gusta mi ahora, mi presente, aunque melancólico, pero creo que ese es mi estilo. Aunque no estaría de más añadirle más vocabulario, renovarlo, creo que últimamente estoy muy limitado, o me siento muy limitado. Que fina es la diferencia entre el estar y el sentir. Porque no es lo mismo estar solo que sentirse solo.

Volviendo a la niñez, estar un rato, remover esos viejos recuerdos, los antiguos juguetes, vivir en ese mundo de mentiras, irreal o quizás más real de lo que creemos según nos vamos haciendo adultos.

Cerrando mi breve reflejo por los espejos del pasado. Hice balanza, lo que podría haber sido, lo que hubiera pasado si....., y me quedo con lo que tengo. Quizás porque desconozco lo otro, lo intangible, lo no se toca porque no sabemos a ciencia cierta lo que es. Quizás es cierto, me gusta lo que tengo, unos días más que otros, eso está claro. Con sus imperfecciones, con el sabor fresco a veces, en otras maduro de lo cosechado, lo sembrado. Con la inercia de haber creído desvelar variables, resuelto pistas y enigmas para un futuro, por supuesto que mejor. Al fin y al cabo damos números rojos o no damos números rojos según si los pensamientos nos juegan muchas o pocas malas pasadas. Todo está dentro de nosotros, solo que no nos damos cuenta o no queremos verlo. Siempre resulto más fácil culpar y responsabilizar al exterior que a nosotros mismos.

Saludos y gracias

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