Hoy salgo hacia Cracovia, al fin la conoceré, aunque tan solo sea por unas breves horas, lo sé, no es la mejor época del año para visitar una ciudad en el centro de Europa, esos menos tantos grados bajo cero no ayudan. Pero a veces las cosas suceden sin más, sin que podamos elegir. A golpe de circunstancias se escribe a veces el mundo.
Mañana el destino Cracovia Madrid, luego la segunda parte Madrid Valencia. De nuevo de vuelta allí, a mis orígenes, a esa ciudad que tiene un algo, un algo que te atrapa, que cuando pienso en ella una parte de mí, quiere volver sin más, igual que un capricho, un capricho que a veces puede resultar peligroso.
Viaje relámpago, visita a la familia, a los amigos, muy importante saber economizar los pocos días que esté allí, sacar partido y volver a recordar viejos olores, sabores, tactos, rincones, lugares, esas cosas que a veces son necesarias volver a sentir para averiguar que lo que recuerdo es cierto, y no es un espejismo.
De fondo la navidad, una fiesta que ni critico, ni odio, simplemente hago que su parte religiosa no me roce, no me contagie, pacto de caballeros yo paso de ti, y tus falacias, y tú me dejas en paz.
Luego está la parte que si me gusta, las luces, el ambiente, la comida, especialmente cuando uno está fuera, porque se echan muchas cosas de menos, pero hay algo que está por encima de todas las demás cosas y esa es la comida. Langostinos, tapas, pescados, arroces, carnes, bollos, y un largo etc...............
Después de vuelta, si todo va bien en los aeropuertos, y con una combinación caótica, incluso casi absurda, Valencia Madrid, Madrid Varsovia, Varsovia Wroclaw. Para cerrar el año en Wroclaw, esta ciudad de amor y odio eterno, aunque ahora estamos en equilibrio, nos encontramos en un buen momento, quizás porque al final lo comprendí, las comparaciones no sirven, más bien todo lo contrario acaban sangrando la herida y creando algunas nuevas.
Esta vez estoy seguro que querré volver, a pesar de lo difícil que me resulta separarme de Valencia cada vez que voy, porque esta vez, estará ella esperándome, y al final descubrí que mi lugar en el mundo no es un espacio físico como yo creía, sino es ahí donde este ella.
Saludos y gracias
Mañana el destino Cracovia Madrid, luego la segunda parte Madrid Valencia. De nuevo de vuelta allí, a mis orígenes, a esa ciudad que tiene un algo, un algo que te atrapa, que cuando pienso en ella una parte de mí, quiere volver sin más, igual que un capricho, un capricho que a veces puede resultar peligroso.
Viaje relámpago, visita a la familia, a los amigos, muy importante saber economizar los pocos días que esté allí, sacar partido y volver a recordar viejos olores, sabores, tactos, rincones, lugares, esas cosas que a veces son necesarias volver a sentir para averiguar que lo que recuerdo es cierto, y no es un espejismo.
De fondo la navidad, una fiesta que ni critico, ni odio, simplemente hago que su parte religiosa no me roce, no me contagie, pacto de caballeros yo paso de ti, y tus falacias, y tú me dejas en paz.
Luego está la parte que si me gusta, las luces, el ambiente, la comida, especialmente cuando uno está fuera, porque se echan muchas cosas de menos, pero hay algo que está por encima de todas las demás cosas y esa es la comida. Langostinos, tapas, pescados, arroces, carnes, bollos, y un largo etc...............
Después de vuelta, si todo va bien en los aeropuertos, y con una combinación caótica, incluso casi absurda, Valencia Madrid, Madrid Varsovia, Varsovia Wroclaw. Para cerrar el año en Wroclaw, esta ciudad de amor y odio eterno, aunque ahora estamos en equilibrio, nos encontramos en un buen momento, quizás porque al final lo comprendí, las comparaciones no sirven, más bien todo lo contrario acaban sangrando la herida y creando algunas nuevas.
Esta vez estoy seguro que querré volver, a pesar de lo difícil que me resulta separarme de Valencia cada vez que voy, porque esta vez, estará ella esperándome, y al final descubrí que mi lugar en el mundo no es un espacio físico como yo creía, sino es ahí donde este ella.
Saludos y gracias
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