También estos lugares comunes a su manera forman parte de un ritual, un modo de quemar en una hoguera todos mis pecados, mis miedos, ahuyentando así mis malditos fantasmas. Si, es el mejor medio para sentirme bastante bien...............
De nuevo sentir que le importas a alguien, congelar el tiempo, y que las manillas del reloj no importe que avancen con su constante ritmo militar.
Un techo, cuatro paredes, y ella, su calor, sus besos, sus abrazos, y las ganas de ella, y las ganas de que el fin de semana no se acabe.
Comunicarse de la única forma universal que da igual, raza, religión, idioma, todos entienden.
Descubrir su cuerpo desnudo al lado del tuyo, y estrecharlo tan fuerte que no quieres que se escape, sentirlo dentro de ti, su calor, su fuego, su todo, tu todo.
El zumo de naranja compartido, las tostadas para dos, la película de fondo y la manta que une no separa, y el juego de manos por debajo, como dos infantes que se sienten igual que su primera vez.
El silencio, encontrar equilibrio y paz en el mutuo silencio. Entenderse bajo el silencio, y saber porque sus ojos te lo piden que la beses.
Dejar que conozca la hermosura que se encuentra detrás de tu imperfección, tus pequeños secretos, y sentirte tan bien a su lado, que te sientes mejor persona. Relajarte y compartir esos lugares comunes que hacen que el mundo valga la pena.
Ahí, ahí probablemente se encuentra mi pequeño lugar en el mundo.
Saludos y gracias
De nuevo sentir que le importas a alguien, congelar el tiempo, y que las manillas del reloj no importe que avancen con su constante ritmo militar.
Un techo, cuatro paredes, y ella, su calor, sus besos, sus abrazos, y las ganas de ella, y las ganas de que el fin de semana no se acabe.
Comunicarse de la única forma universal que da igual, raza, religión, idioma, todos entienden.
Descubrir su cuerpo desnudo al lado del tuyo, y estrecharlo tan fuerte que no quieres que se escape, sentirlo dentro de ti, su calor, su fuego, su todo, tu todo.
El zumo de naranja compartido, las tostadas para dos, la película de fondo y la manta que une no separa, y el juego de manos por debajo, como dos infantes que se sienten igual que su primera vez.
El silencio, encontrar equilibrio y paz en el mutuo silencio. Entenderse bajo el silencio, y saber porque sus ojos te lo piden que la beses.
Dejar que conozca la hermosura que se encuentra detrás de tu imperfección, tus pequeños secretos, y sentirte tan bien a su lado, que te sientes mejor persona. Relajarte y compartir esos lugares comunes que hacen que el mundo valga la pena.
Ahí, ahí probablemente se encuentra mi pequeño lugar en el mundo.
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