Hace muchos años que no la volvía a ver, muchos.............y han llovido tantos recuerdos desde entonces. Son tantas las cosas que han cambiado que a veces cuesta reconocerse a uno mismo cuando mira hacía atrás.
Desde entonces como él, como el propio protagonista pero a mi manera muchas cosas me capitularon y se me escaparon de las manos por culpa del miedo. Como él he intentando escribir algo de lo cual realmente me sienta satisfecho, y reconozca como mío sin espantos al ridículo.
También como él alguna que otra vez creí encontrar las malditas soluciones a mi soledad, a mi vida, al revuelto de mis intestinos detrás de una botella de Jack Daniels o de un Vodka barato. Por suerte hace tiempo que me di cuenta que ese camino es erróneo.
Aunque esto es tan solo un trozo de la película, los otros pedazos que la componen es la historia de un país maltratado en exceso por culpa de políticos de mierda desde los años 80 hasta mediado de los noventa, y como en ese marco se nos cuenta la historia de un grupo de amigos que trabajan en una revista e intentan sobrevivir y ser felices a su manera.
Pero por encima de todo es una historia de amor que el destino se encargo en dejarla a medias, incompleta, inacabada, aunque él sabe que esta echo para ella, y ella sabe que esta echa para él. Hasta que la lluvia mojando en la cara de ambos les deja un atisbo de esperanza. Porque hay amores que jamás caducan.
Es una de esas películas que uno tiene la sensación que puede cambiar la vida de uno, y no sabe muy bien porque. Quizás porque hoy la entendí de una manera muy diferente a la primera vez que la vi.
Hay cosas, muchas cosas que he olvidado desde aquel día que fui a un cine cuyo nombre no me acuerdo, pero que sé que estaba a mitad de camino entre San Vicente del Raspeig y Alicante, daba la sensación de estar en tierra de nadie. Y como cuando estaba a punto de entrar, me dieron un papel con la traducción de algunas palabras, un mini diccionario, con la incredulidad que me aconteció, como si fuera a ver una película que la hablaran en un idioma diferente al español. Luego entendí porque. Lo cierto es que desde entonces muchos recuerdos se han quedado en el olvido, a la espera de quizás algún día ser rescatados, pero en cambio ese día, en concreto ese cine, esa película jamás se perdieron en mi memoria, por eso hoy quise volverla a recordar, para no olvidar que a veces el amor es como la lluvia, da igual donde llueva aquí, en España o en el otro rincón del mundo, en definitiva se trata de la misma lluvia.
Desde entonces como él, como el propio protagonista pero a mi manera muchas cosas me capitularon y se me escaparon de las manos por culpa del miedo. Como él he intentando escribir algo de lo cual realmente me sienta satisfecho, y reconozca como mío sin espantos al ridículo.
También como él alguna que otra vez creí encontrar las malditas soluciones a mi soledad, a mi vida, al revuelto de mis intestinos detrás de una botella de Jack Daniels o de un Vodka barato. Por suerte hace tiempo que me di cuenta que ese camino es erróneo.
Aunque esto es tan solo un trozo de la película, los otros pedazos que la componen es la historia de un país maltratado en exceso por culpa de políticos de mierda desde los años 80 hasta mediado de los noventa, y como en ese marco se nos cuenta la historia de un grupo de amigos que trabajan en una revista e intentan sobrevivir y ser felices a su manera.
Pero por encima de todo es una historia de amor que el destino se encargo en dejarla a medias, incompleta, inacabada, aunque él sabe que esta echo para ella, y ella sabe que esta echa para él. Hasta que la lluvia mojando en la cara de ambos les deja un atisbo de esperanza. Porque hay amores que jamás caducan.
Es una de esas películas que uno tiene la sensación que puede cambiar la vida de uno, y no sabe muy bien porque. Quizás porque hoy la entendí de una manera muy diferente a la primera vez que la vi.
Hay cosas, muchas cosas que he olvidado desde aquel día que fui a un cine cuyo nombre no me acuerdo, pero que sé que estaba a mitad de camino entre San Vicente del Raspeig y Alicante, daba la sensación de estar en tierra de nadie. Y como cuando estaba a punto de entrar, me dieron un papel con la traducción de algunas palabras, un mini diccionario, con la incredulidad que me aconteció, como si fuera a ver una película que la hablaran en un idioma diferente al español. Luego entendí porque. Lo cierto es que desde entonces muchos recuerdos se han quedado en el olvido, a la espera de quizás algún día ser rescatados, pero en cambio ese día, en concreto ese cine, esa película jamás se perdieron en mi memoria, por eso hoy quise volverla a recordar, para no olvidar que a veces el amor es como la lluvia, da igual donde llueva aquí, en España o en el otro rincón del mundo, en definitiva se trata de la misma lluvia.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario