LA RED SOCIAL



Ya la he visto y no puedo dejar de opinar sobre ella. Uno termina de verla y dos cosas se me pasan por la cabeza, la primera una vez más Fincher demuestra que cuando quiere con una cámara en mano sabe lo que se hace. Nos cuenta una buena historia sobre un gilipollas, que quizás no lo es, pero se esfuerza en exceso en serlo. Segundo entran unas ganas enormes de desapuntarse de Facebook, no solo eso, de mandarlo a la mierda. Después de saber todo lo que hay detrás.................

También es un reflejo letal de los nuevos universitarios, de aquellos que en teoría tienen el deber, y pueden cambiar esto y hacer un mundo mejor. Después de dos horas todas las esperanzas que podamos tener en ellos se van por el retrete. Solo piensan en el éxito, en el negocio, en el dinero rápido y fácil, aprendieron demasiado bien las reglas del maldito juego, cada vez quedan menos ideales, menos ganas de luchar................ ¿Qué pasara el día que se llegue a sobrepasar el limite de lo que el éxito nos pueda ofrecer?

Y todo por ella, como siempre.... porque quizás será un genio para los tiempos que corren, y un inútil para cualquier otra época, pero lo único que quiere conseguir no lo acaba consiguiendo, volver con ella, hablar con ella, hablar cara a cara, que le escuche, que le haga caso, no puede, igual que no es capaz de ni mantener la amistad del único amigo que ha tenido en toda su vida.

Facebook es el reflejo de los demonios de su creador, es su particular purgatorio, una comunicación fría, distante, rota, aniquilada, virtual, y sobre todo apática. Y al final por más que le de al F5 ella no lo aceptará. Ha perdido la batalla y ha arrastrado consigo sin que sean conscientes a más de 500 millones de personas a su maldito infierno.

Que fácil es decir cuando se tiene dinero de sobra, que lo importante no es el dinero.

Y pasa el tiempo y entran ganas de volverla a ver, aunque sabes que no vas a descubrir nada nuevo, pero sin poder explicar el porque, quieres volver a apretar play y volver a conocer la historia de Mark Zuckerberg.

Quizás la culpable sea la banda sonora, genial, maravillosa, alcanzando su clímax en la carrera de regatas.

Saludos y gracias

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