FRÍO, MELANCOLÍA IGUAL A PENSAMIENTOS ABSURDOS SEGUNDA PARTE



Aun continuo intentado desatascar algunas ideas que me sobrevuelan por la cabeza, lo cierto que han hecho un tapón.......... Aunque hoy resulta bastante más difícil que ayer, no porque no sepa que decir, que también cuenta, si no porque tengo las manos heladas. Como lo digo, me cuesta escribir en este teclado. Y todo por el dichoso frío, y esto no ayuda a que uno visualice la vida de azul para los hombres y de color de rosa para las mujeres. No ayuda para nada. Además por general a las mujeres les queda bastante mejor la ropa de primavera, verano, con sus faldas, sus escotes, vamos esas cosas que alegran la vista de uno. Y ahora ya empieza uno a verlas con sus pantalones, sus chaquetas, que horror. Me estoy deshidratando con tan solo pensarlo. Agua, que me den agua por favor. Necesito mucha agua.

Hay a veces que pienso ojalá me hubiera quedado mentalmente como Homer Simpson, en serio, no lo digo de coña. La persona más feliz del planeta tierra, vale es cierto que es un personaje de ficción pero estoy seguro que la persona de carne y hueso real más feliz del planeta tierra debe de ser un clon en cuestión de carácter de Homer. Incluyendo por supuesto que no tiene la piel amarilla, y en cambio si tiene un dedo más en cada una de sus extremidades.

Cada vez queda menos justicia poética en el mundo, y el otro día hubo una gran oportunidad de que hubiera hecho acto de presencia, pero finalmente no fue así. En el partido de baloncesto entre Estados Unidos contra Irán, hubiera sido más que fantástico que hubieran ganado los iraníes, un acto grandioso y esplendoroso, pero finalmente no pudo ser. Habrá que esperar a otra ocasión.

En que piensa un hombre cuando se ducha, en muchas cosas, supongo, y la mayoría de las ocasiones inservibles. Como el caso de hoy. Está claro que en una carrera normal, es decir hacia delante, una liebre ganaría a un cangrejo sin problemas. Pero en una carrera hacía atrás, ¿Quién ganaría?

¿Y si el mundo fuera injustamente proporcional en todas su partes. Acabaría siendo justo?

Las redes sociales existen, están ahí, no se pueden evitar, nos atrapan, incluso diría más son necesarias para no sentirte un extraño en este siglo XXI que acaba de empezar y ya se está haciendo demasiado largo. ¿A dónde nos acabaran llevando? No lo sé, no las juzgo, no las critico, ni creo que merezca la pena tan siquiera intentarlo. Dejemos que el propio tiempo nos de las respuestas que algunos esperamos.

Hoy he recordado lo que me dijo un sabio de esos que de vez en cuando te encuentras por la calle, en aquellas épocas en las cuales me olvidaba lo que le decía a las chicas guapas del pub, o quizás no eran tan guapas. Dicen que a partir de la tercera todos los gatos son pardos. Entre tajada y tajada ofrecía más de lo que podía dar en esos momentos y la mayoría de veces las negativas abundaban hasta que llegaba la ley de la probabilidad para equilibrar el asunto y la inocente de turno decía que sí. Pues en esos días me encontré a un sabio que me dijo las siguientes palabras: “La vida sin sentido del humor no tiene sentido, no merece la pena, porque es entonces cuando te das cuenta que lo perdiste todo. Y tú parece que te lo dejaste olvidado dos manzanas atrás. Ve y recupéralo o jamás volverás a ser feliz” Y cuanta razón tiene. Truene, llueve, haga frío, estemos triste o desalmados, jamás olvidemos poner una sonrisa de vez en cuando y reírnos de la vida incluso cuando todas las cartas pintan bastos o si no estamos perdidos. Tú juegas chaval.

Saludos y gracias

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