De arena y otra vez Manhattan
en la sección de anuncios
del océano, te hablaron alguna
vez
de sus grietas, su canto de sirenas,
sus bares abiertos hasta el
amanecer
los borrachos y los sin mañana
transformados en zombis
o homeless.
De la inmortalidad como código
de vestimenta, de disfraz
para Halloween.
De si tú eres y yo soy
no importa la altura de
sus rascacielos.
De pies descalzos
sus sueños sus teoremas
sus gatos de cualquier parte
con un cartel que es una
ventana
y respuesta al destino (de
nuestro último brindis),
si solo llevas encima la
camisa naranja
de los Knicks
mañana será (posible)
cualquier lugar.
Saludos y gracias
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