EL VOLCÁN SIN LAVA


Te tiznó el pelo, el vestido, el rostro
y luego se marchó.

Un día un volcán durmió
a las ciudades
a las cuatro patas (de la economía)
a la noria (donde todos rodamos
como ratones de laboratorio)
al espejo de la estupidez
simétrico al éxtasis del ego.

A la tierra le dio lo que necesitaba
cariño y amor.

(La receta para equilibrar un sistema biológico
 que deseamos evolutivamente sano y prospero).

A la razón le dio un musculo
donde bombee sangre.

 Al tiempo le dijo basta
y paró las manecillas del reloj.

Dejó un camino de baldosas
de color lava,
donde conjugar el ser.

Saludos y gracias

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