"Ya no puedo hablar
contigo. ¿Dónde estás?. No sé cómo romper esa pared. Sé que me
observas, me escuchas y me da miedo lo que ves por si te sientes engañada. El
búho no calla y habla más de la cuenta. Qué le vamos hacer, es el hijoputa que
me repite te hundirás si te emborrachas más de lo que lo haces".
Descafeinada la voz, para que no me ponga más
nervioso. Tom un romántico de esos que no tiene miedo a abrazar a
las serpientes. Ya lo decía, y yo calla Tom, pero Tom no sabía eso de dejar de
hablar: Duerme entre sus piernas, no dejes de dormir entre sus piernas cuando
la encuentres, será vuestra bandera blanca.
Tom no andaba esos pasos de torpe que me temía, tiene razón, ahí duermen
los sueños que no rompen los espejos cuando se vuelven a reflejar una y otra
vez.
"Descontando que los nubarrones y los
miedos de la guadaña siguen asustando pero ya está, ya paso, hay que
aceptarlo... ¿Dónde estás? Quiero hablarte de Tom y sus luces, que tiene razón
el cabrón de Tom, y la precariedad es la muerte escondida en la oscuridad dando
latigazos, y que le digo a Tom que no quiero ser parte de ese plan, que la
espalda me escuece. ¿Dónde estás? Que en
unos días voy a tirar tus cenizas y necesito que vuelvas a ese lugar en el cual
podía volver a verte y hablar contigo".
Saludos y gracias
P.D: Dónde estés, te echo mucho de menos, besos y mucho cariño.
P.D: Dónde estés, te echo mucho de menos, besos y mucho cariño.
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