"Cuando quieres a alguien
tanto que si cierras la puerta y no quiere estar dentro, duele tanto que te
quemarías tus propias entrañas, sintiéndote obligado a inspirar al olvido para
que te convirtiese en tu musa constante".
Qué triste recrearme en mis
propias fronteras, y no ver más allá cuando sucede que el fuego se amplía
quemando calas, y bosques donde no sería necesario un adosado para ser felices,
sentirse buenas personas por un rato. Por lo visto, el genoma del especulador
tiene una idea diferente.
Me lo
dijiste, ¿verdad? y no lo escuche. Si entre nosotros con el agua a temperatura
de cien grados germinamos el odio, imagínate eso en las grandes alturas, da
vértigo, y me repetías que dejásemos de andar dándonos golpes, que no tiene
sentido, si no.... mira lo que luego ganan esos que habitan en la cabeza del
dinosaurio.
Saludos y gracias
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