Caminar despacio por la
habitación mientras se observa como se desnuda, como se quita poco a poco cada
prenda que lleva encima, como si fuese un catalogo que se va arrancando cada
hoja que contiene hasta vaciarse del todo, hasta que no queda nada, como si se
hubiesen desprendido todas las dudas que estaban sujetas por alfileres, se
desvaneciesen los acertijos que no se encontraba su solución, y el viento de
una mañana cualquiera abriese de par en par las puertas que dan al balcón de la
habitación y se sepa, ahora sí, se sepa con total seguridad que saltar por el
balcón ya no es una salida.
Saludos y gracias
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