Dibujaría tus labios, y los
reharía envolviéndolos dentro de círculos concéntricos, como si un sueño lucido
me transportase hasta ellos, como si me estuviesen esperando desde hace años
luz, porque antes de ser lo que somos fuimos estrellas que se extrañaron,
surgiendo desde entonces un deseo intangible. Hundirme en tus labios, porque entre
todos los labios en sus infinitas variables de placer son los únicos que elijo
sin necesitar que el azar me indique el camino hasta ellos, sin tener que
buscarlos como una obsesión, allí en el trazo en el cual nacen coincidan con
los míos, invitándomelos suavemente al deleite de desabrochar nuestras almas y
se entrecrucen en escorzo, convirtiéndonos en seres cuánticos que únicamente se
guiarán por las leyes físicas del lugar donde se originan los big bang.
Saludos y gracias
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