Si tiendes la tristeza a
medianoche se acaba secando. Desaparece su humedad y ya no se cuela por los
huesos. Acariciar el silencio. Que te lama la mano. Las heridas. Se acurruque
con su melena suelta mientras un suave frío entra por la ventana abierta. Tanta
preciosidad no sería justo que hubiese un precio por el que pagar.
Si tiendes la pena al alba se
acaba amortiguando. Se rompe su culpa, y cicatriza, la máscara del miedo se
parte en dos. El barro aquel en el cual se adivinaron figuras salvajes, se
alejará de los moldes por un tiempo para que premoniciones artificiales o el
hilo y sus suturas no acaben desarraigando la belleza que hubo.
Si tiendes su despedida se
acaba convirtiendo en polvo. Se evapora el dolor, y el orden natural de las
cosas vuelve a su lugar. Un barco de papel, tan sencillo como eso, un barco de
papel vuelve por donde se fue. Filosofía de las corrientes marinas. Como un
orden cronológico de los sentidos traerá consigo besos en forma de lluvia.
Saludos y gracias
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