Todo era negro. Lo que había
ese día (que te fuiste) dentro del water, lo que encontré al salir a la calle y
ponerme la máscara de orangután porque se había adelantado la gravedad de la
arquitectura de los andamios. Quiero relatarte un cuento y empieza con algo así
como no puedo soportar la idea que ahora que no estás te vaya todo bien
probando otra cubertería, viendo los escaparates de tienda de sombreros de otra
ciudad, y que pidas sushi sin contar conmigo. Cuando trato de continuar
redactando el cuento no puedo evitar antes de ponerme delante del papel como te
follaría si estuvieses aquí. Me cuesta concentrarme. Hazme un plano para llegar
hasta ti. ¿Sos ahora color plata y te han salido pecas ? ¿Tanto hiciste por
cambiarte para que no te encontrase ? ¿O acaso me estoy volviendo gilipollas ?
El libro debía de ser infantil y aparecer en la estantería de finales felices y
comieron gaviotas porque ya no había ningún barco que esperar.
Saludos y gracias
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