NAUFRAGO EN BARCOS DE PAPEL



Parecía como si no lo quisiesen en ningún lugar. Como si no sirviese ni para venderse en un concesionario de coches de segunda mano. Caminaba con la mirada puesta en el suelo, las manos en los bolsillos de su abrigo. Qué cosas le habrían renunciado, abandonado, agarrado fuerte del cuello y comenzado a ahogarlo, eso supongo que tendríamos que averiguarlo hablando con sus diablos, que todas las noches nadaban desnudos en el mar porque no tenían miedo al agua. Cada cierto tiempo buscaba el calor que solo te puede dar otro cuerpo humano, entraba en el mismo burdel y esperaba en la barra hasta que ella no estuviese ocupada con otro tipo, no podía ser otra cualquiera, tan solo podía ser ella, era su medio para sentirse enamorado. Pero todo cambiaba para él cuando de vez en cuando encontraba unas líneas tristes (con las cuales poder empezar a escribir algo de nuevo) que pasaban por dentro de su cabeza como gatos que quieren huir y estar solos observándolo todo a su manera, y entonces se transformaba, no era el mismo, parecía otro, y aunque no le importase lo que opinaban los demás, era entonces cuando encontraba su lugar en el mundo y las lombrices dejaban de removerse dentro de sus entrañas.

Saludos y gracias    

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