Aquella extraña sensación
ocultarse de lo desconocido. El miedo repta como una serpiente venenosa y por
eso levantan las armas, se ponen los anillos de poder, inundan de estatuas con
el rostro del dictador las calles, nace la autoridad y sucumbe la creatividad.
Borrachos que despiertan en ese nuevo escenario, barren las hojas de los árboles
con sus movimientos zigzagueantes sin percatarse de que son observados, tratan
de domesticar sus impulsos más primarios, un último trago, un último tango y
besar el culo de esa stripper que desean convertir en su pretty woman
particular, exceso de cine de verano, y gritar por gritar algo, que se jodan,
que se jodan.
Saludos y gracias
No hay comentarios:
Publicar un comentario