Algún día volveré a ocupar el
lugar de las gramolas el de los veranos que no les robaron su color azul en la
lectura que enseñaba a amar sin que los reproches ni las huídas afectasen tanto
como para crear heridas sangre lagrimas y dolor a los finales que son
principios aunque antes haya que transitar por un túnel muy oscuro que une
ambas partes a abrazar los errores porque aunque cueste aceptarlo y verlo son
tan sanos como los aciertos a donde no osan nunca habitar ni la tristeza ni la
soledad. Allí algún día volveré estés o no estés de vuelta esté quien esté.
Saludos y gracias
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