QUIERO SACARTE A BAILAR



Baja la vista y observa los acantilados del destino. Descender por ellos es un salto de fe. Estoy ciego cuando no te veo. Y despertarse sudando, fantasmas del pasado dejan manchadas las sabanas. Un caballo blanco trotando en una playa de arena roja. De arena amarilla. De arena naranja. Es lo que sucede cuando el mundo se descuelga debajo del sol. Hablar contigo por teléfono no es suficiente.

Quiero sacarte a bailar en alguno de los tramos que ocupa el mañana ya sea con público o sin público.

Levanta la vista y observa las nubes del destino. Alcanzarlas es estirar la mano y dejarse agarrar fuerte por otra que no te suelte jamás. Estoy sordo cuando no escucho tu respiración alrededor de mí. Y la noche es un cementerio de estrellas que están a punto de salir de sus nichos. Ahora que estás de vuelta descolgar tan solo el auricular y preguntar y responder y dialogar no es suficiente.

Quiero sacarte a bailar en alguna de las instantáneas que ocupa el hoy ya sea con público o sin público.

El horizonte me lo imagino como un lugar donde no hace falta ni aviones ni barcos ni trenes para encontrar la lógica al destino. Pierdo el sentido del tacto si no estás cerca para recorrer con mis manos ciegas y sordas las líneas de tu cuerpo y les devuelvas la vista y el audio a través de las caracolas que se esconden en los recovecos de tus curvas. No es suficiente tan solo tener conexión a través de la distancia. No, definitivamente no lo es.

Quiero sacarte a bailar ahora ya sea con público o sin público. Porque eso es lo que haría si pudiese viajar al futuro y luego volver hacia atrás (el presente). No malgastar ningún segundo más sin ti.

Saludos y gracias   

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