Fui a un casino a perder y
zampar algo que estaba hambriento, me ofrecieron para comer una hamburguesa de
carne de perro. Les mande a tomar por culo y ellos encargaron a los de
seguridad que me tirasen a la puta calle zarandeándome como el mismo perro que
habían matado. Así como que no sabía qué hacer caminé por las calles, y me
compré un paracaídas por eso del miedo a las caídas, un batín rojo y unas
zapatillas de ir por casa, un paquete de cigarrillos de marca americana, una
botella de alcohol fuerte y ande, como quien anda por el desierto, hasta que me
paré al lado de un tipo que tocaba un blues, y me puse a escuchar lo que
tocaba, porque me recordaba a ti, igual que todas las canciones tristes que
escucho últimamente.
Saludos y gracias
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