DUDAS Y LUCES



Me corroe una duda... Hay algo que surge desde el más profundo de los océanos hasta la superficie se nos mete en la puta cabeza y una vez se activa nos obliga a sentir la necesidad de controlarlo todo.

La taza entre tus manos, caliente, mientras juegas con el sobre de té arriba y abajo, lo sacas, lo dejas dentro de un cenicero que contiene tres colillas apagadas, te sientas en el sofá lo bastante cerca y lo bastante lejos de mí, tu espacio, tu distancia, sorbos cortos, la taza entre las manos y me miras preguntando. No contesto no porque no sepa que decir. Sino porque tengo demasiadas preguntas.

Me corroe una duda... En los sueños que me despierto porque al final veo un hombre del saco que me resulta tan familiar y no quiero hablar de ello. Necesito levantarme. Un vaso de agua. Encender alguna luz. Aunque sea la del cuarto de baño, pero entonces tengo que reconocer que me da miedo por lo que pueda aparecer detrás del espejo.

La manta que te cubre el cuerpo mientras te recoges como un ovillo en el sofá, tu música saliendo del ordenador, no hay miradas ni detalles ni gestos que ayuden a responder a las preguntas que llevo conmigo, soltar el deseo de controlar y devolverlo al fondo del océano, de nuevo me miras preguntado. Y tan solo te quiero decir que necesito una luz.

Saludos y gracias    

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