DOS PALABRAS UN TE Y UN QUIERO



Te quiero le dijo. Era la primera vez que escuchaba aquellas palabras. No entendía lo que significaban, pero le resultaron tiernas, como si le acariciasen por dentro. Su reacción fue la de darse la vuelta, recorrer el camino que acaba de andar, acercarse a él y estrecharle entre sus brazos, a eso sí que estaba acostumbrada, por las noches cuando el calor del fuego no era suficiente le gustaba acurrucarse y apretarse contra sus brazos, contra su pecho velludo desnudo, pero lo que continuo a continuación sí que fue por primera vez, le beso los labios, y se quedó ahí un buen rato, y un algo le recorrió cada poro de la piel haciéndola sonreír y sentándole muy bien. Luego lo soltó, se giro, volvió a recorrer lo que ya antes había andado hasta llegar a la posición en la cual se encontraba cuando oyó aquellas palabras por primera vez, y continuaron corriendo por la estepa que tenían delante de ellos.

Le salieron a sí sin más, no entendía lo que decía, era la primera vez que tenía aquel encuentro con esas palabras, pero le hicieron sentirse bien, como si sacaran de dentro de él algo que llevaba tiempo guardado, y le sorprendió agradablemente la reacción de ella. El darse la vuelta, ir hacía él, abrazarle y besarle. También esto último era la primera vez para él pero le gustó, era diferente al contacto que había tenido antes con ella, habían llegado a estar desnudos el uno enfrente del otro, se habían tocado, incluso alguna que otra vez se habían llegado a acercar tanto sus cuerpos que su cosa dura había entrado en un agujerito húmedo que ella tenía entre las piernas. Desatando una energía que se dieron cuenta que la necesitaban a menudo como el comer, como el beber agua de los ríos, y liquido rojo de las vasijas de barro, pero jamás, jamás sus labios antes se habían tocado, encontrado, igual que aquellas palabras que esperaba que si cambiasen algo, simplemente ese algo fuese algo mejor.

Saludos y gracias

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