EL TANGO DE DOS AMIGOS EMPINADOS

Se irá y no volverá, lo sabes, lo sabemos, cerraremos los bares todas las noches que te haga falta bebiendo por ellas, tarareando viejas canciones que nos acompañen en el sentimiento, quemaremos el viento para que deje de silbar sus despedidas, sus adioses, ese amargor que nos entra por la garganta, y tomaremos más de la cuenta si hace falta, apagaremos la última luz de las velas que todavía prendan, y nos enamoraremos de alguna camarera imposible, de algún gato nocturno que veamos por los callejones perdido como nosotros con una botella de tequila entre sus pezuñas maullando a la luna que no pudo bajar, miraremos extrañados a esos hombres que con cara de rata de alcantarilla, se levantan temprano por la mañana para mover los hilos de este estúpido sistema que satisface tan solo a unos pocos, iremos en busca de algunas baldosas que indiquen un nuevo camino donde merezca la pena pisar, y en el último portal que cierre nuestra despedida, nos diremos las promesas que nos hubieran gustado habérselo dicho a ellas.

Saludos y gracias