CAPÍTULO V: EN LA ESTACIÓN



No le ha contado nada a Alberto de lo que le sucedió el otro día en la librería, le da vergüenza aceptar y reconocer una derrota, no supo que decirle, y debió de parecer un estúpido, pero que podía hacer, se quedó bloqueado, no se esperaba encontrarla allí, y menos que ella se le acercara a hablar, tan solo, tan solo podía estar ahí de pie, sin perder la conexión con la realidad, y lo demás era cuestión de poner el piloto automático y dejar que otro, un ser omnipresente controlará la nave por él.

Todavía no había contestado a Eva, sabía que la pelota estaba ahora sobre su tejado, y lo cierto es que tenía ganas de verla, pero estaba hecho un lio, no podía explicar muy bien lo que de verdad quería y no quería, sí, también deseaba volver a encontrarse con ella, la chica del bikini azul, la misma que le había dejado sin saber que decir en la librería, de la cual ni tan siquiera sabía ni su nombre, y cuando tuvo la oportunidad de averiguar algo más sobre ella, hizo el ridículo y ella se fue con un quizás algún otro día, aquello podría significar muchas cosas, pero él intuía que tan solo se trataba de una, y no era la opción que más le gustaba.

Le entraron ganas de coger uno de esos trenes que venían para luego marcharse, el destino no le importaba, irse a algún lugar desconocido, donde nadie supiera nada sobre él, y así poder volver a empezar de cero y crearse su propia vida, una más, cuántas vidas podrá llegar a crearse un ser humano, tantas como quiera, o tantas como le dejen u obliguen, no tenía respuestas para ello, le llamaba la atención los colores de los trenes, el mosaico humano que era una estación de trenes, una presentación breve e instantánea de lo que somos, alguien quería representarlo con un lienzo y un pincel, allí se podían observar dos astronautas caminando por el andén número cuatro y número cinco respectivamente, y dos lunas en el cielo, Javier levantó la vista hacia arriba y no encontró nada de eso, se topó con en el panel que marcaba las salidas y llegadas, como siempre, una vez más, su padre llegaba tarde, como sintió a lo largo de su vida había llegado tarde o no había estado cuando le hizo falta en tantas cosas que fueron importantes para él.

Continuará...

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