No le ha contado nada a
Alberto de lo que le sucedió el otro día en la librería, le da vergüenza
aceptar y reconocer una derrota, no supo que decirle, y debió de parecer un
estúpido, pero que podía hacer, se quedó bloqueado, no se esperaba encontrarla
allí, y menos que ella se le acercara a hablar, tan solo, tan solo podía estar
ahí de pie, sin perder la conexión con la realidad, y lo demás era cuestión de
poner el piloto automático y dejar que otro, un ser omnipresente controlará la
nave por él.
Todavía no había contestado a
Eva, sabía que la pelota estaba ahora sobre su tejado, y lo cierto es que tenía
ganas de verla, pero estaba hecho un lio, no podía explicar muy bien lo que de
verdad quería y no quería, sí, también deseaba volver a encontrarse con ella,
la chica del bikini azul, la misma que le había dejado sin saber que decir en
la librería, de la cual ni tan siquiera sabía ni su nombre, y cuando tuvo la
oportunidad de averiguar algo más sobre ella, hizo el ridículo y ella se fue
con un quizás algún otro día, aquello podría significar muchas cosas, pero él
intuía que tan solo se trataba de una, y no era la opción que más le gustaba.
Le entraron ganas de coger uno
de esos trenes que venían para luego marcharse, el destino no le importaba,
irse a algún lugar desconocido, donde nadie supiera nada sobre él, y así poder
volver a empezar de cero y crearse su propia vida, una más, cuántas vidas podrá
llegar a crearse un ser humano, tantas como quiera, o tantas como le dejen u
obliguen, no tenía respuestas para ello, le llamaba la atención los colores de
los trenes, el mosaico humano que era una estación de trenes, una presentación
breve e instantánea de lo que somos, alguien quería representarlo con un lienzo
y un pincel, allí se podían observar dos astronautas caminando por el andén
número cuatro y número cinco respectivamente, y dos lunas en el cielo, Javier
levantó la vista hacia arriba y no encontró nada de eso, se topó con en el
panel que marcaba las salidas y llegadas, como siempre, una vez más, su padre
llegaba tarde, como sintió a lo largo de su vida había llegado tarde o no había
estado cuando le hizo falta en tantas cosas que fueron importantes para él.
Continuará...
Las estaciones... benditas estaciones :)
ResponderEliminarMillones de besos