Que canción sonaba cuando violábamos al hastío, luchábamos contra el silencio, comprábamos un montón de caramelos de todos los colores suficientes, y yo niña de ojos negros te robaba aquel beso entre la lluvia. Hacía autoestop cada vez que pasabas por mi lado, y descansábamos los cuerpos vencidos bajo aquel cartel que ponía “a cualquier parte”. Agarrábamos perezosos las latas vacías, y a ver, a ver quién de los dos atinaba primero contra la constelación de Orión, queríamos llegar tan lejos aquellos años, que siempre, siempre nos quedábamos cortos. Ahora entre muchos otros acertijos que se quedaron perdidos entre la penumbra de luces muertas, que hablaban de amores desconocidos, me cuestiono quién me responderá cuando me gire hacía el lado derecho de la cama y pregunte ¿En qué piensas?
Saludos y gracias
Triste trayecto natural de la convivencia.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, ese otro lado de la convivencia que sería mejor nunca dar con él.
EliminarSaludos
...Pero espera, descuida, que ya vendrán
ResponderEliminarLos buenos tiempos volverán
La lluvia los devolverá. ♪♫♪
Un abrazo
Es cierto, mejor siempre pensar que algo mejor estar por venir.
EliminarUn abrazo
Monotonía en las vidas.
ResponderEliminarMuy bella la entrada.
Besos.
Muchas gracias por el comentario
EliminarBesos