TERMINALES

Ya me disfracé con mil mascaras en todos los días que pensaba que eran carnaval, ya me sentí grande, no se estaba mal, ya probé diferentes papeles a ver cual me quedaba mejor.

Ya aprendí a olvidarte, resulto más fácil de lo que me imaginaba, ya escuché en voz de otros la siguiente melodía “me gusta el mundo en el que vivo pero tú no”, y ver como cada vez les quedaba más lejos alcanzarla.

Ya supe como rescatarte del olvido, no era tan difícil, aunque en el 112 no supieron cómo ayudarme, ya dejé a mitad de hacer las listas de propósitos de cada año nuevo, creo que en una de ellas se encontraba lo nuestro.

Ya descubrí cómo hacer un agujero en la pared y mirar por él sin que me afectará lo de allí fuera, ya salí corriendo cuando el escenario bajaba el telón y daba por finalizada la función, y era ahí donde iba a parar, donde creía que la próxima vez todo iría mejor.

Ya puse el centrifugado a las suficientes revoluciones para que no volviera a llover sobre mojado, ya me encontré cara a cara con la inocencia perdida, me dijo tantas cosas que no fui capaz de comprender ninguna.

Ya les vi como bailaban la danza de la muerte, en el palacio real, en el congreso de los diputados, delante de las cámaras que colapsaban los telediarios. Ya observe como apretaban sus malditos botones y creaban el colapso mundial.

Ya caí en la cuenta, de que los aeropuertos solo conjugan el ir y el venir, el salir y el llegar, microcosmos perfectos, sin puntos medios, lugares hechos para rebobinar hacía atrás, para dejarse llevar, para huir de aquello que no te deja respirar, o simplemente el punto de partida de un algo mejor, y tirar de Oca en Oca si los dados del mañana deciden estar de tu lado.

Has visto, has visto, hay terminales que anuncian el fin del mañana, otras que pronostican incertidumbre, miedo a las alturas, y las que solo recogen a los herejes del nuevo milenio. Todavía quedan muchas más por descubrir, solo hay que encontrar la que más vaya contigo.

Ahora lo sabemos, no podremos evitar que predigan, instauren, limiten, obliguen, manden, enjuicien, nos digan lo que tenemos que hacer, nos hagan callar. No importa, dejémosles ahí, en sus rascacielos de hormigón, si quieres y te sientes con ganas, emborrachemos primero al mundo, todavía no te has percatado, estamos en la terminal 2012, sí, la verdad que me gusta mucho, mucho, cada vez más... Hagamos caso a los Mayas, es el año ideal para imaginar y dibujar un mundo mejor.

Saludos y gracias

1 comentario:

  1. Vuelos, aeropuertos, pasajeros, maletas, despedidas, recuerdos, sensaciones varias...
    Terminales :-)

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