Hoy es día de elecciones en España, día de urnas, y colegios electorales, día de que los políticos copen el protagonismo, de que los medios de comunicación saquen a relucir su verborrea viperina. En definitiva, hoy se supone que es un día para la democracia.
Desde la distancia, desde la lejanía, en un día como hoy prefiero observar a los verdaderos protagonistas de la democracia, una palabra maltratada, dañada en su imagen por el trato que le han dado los políticos durante estos últimos años, una palabra joven para muchos, ilusionante para otros, y con grandes metas por conquistar, pero que han manipulado, violado hasta crear que llegues a dudar de ella.
La verdad que no me importa si hoy hay o no hay elecciones, hace mucho que deje de creer en mi derecho a voto, en mantener en pie una farsa, en observar como una vez más PP y PSOE se reparten el pastel, junto algún que otro partido nacionalista.
Lo que hace que vuelva a tener ilusión, lo que me parece increíble, lo que me llena de orgullo, y me devuelve la esperanza, y me hace creer que algún día no muy lejano veré como se derrumba este sistema, es lo que pasa en las calles de muchas ciudades de España, en sus plazas principales, allí donde la gente ha decidido tomarlas e instaurar democracia, porque eso es lo que siempre he creído que es la democracia, la voz de la gente, de los indignados, y no la de unos políticos que tratan de convencernos que nos representan, nada más lejos de la realidad como ha quedado demostrado.
Sé que es difícil hablar de todo lo que está pasando en España desde la distancia, desde la lejanía de encontrarme desde hace unos años viviendo en otro país, a pesar de que las redes sociales hacen que ese alejamiento sea más llevadero, imagines, escritos, sonidos, que puedo captar a pesar de los kilómetros que me separan, pero aún así no es lo mismo. Me encantaría estar allí, en la calle, en la plaza de mi ciudad, apoyando, y escuchando lo que tienen que decir los verdaderos protagonistas de la sociedad, la gente de a pie.
Estoy seguro que estos días en los diferentes puntos de España se están viviendo experiencias únicas, inolvidables, que a muchos desencantados y escépticos les ha vuelto las ganas de creer, soñar despiertos, y animarse por salir de la apatía en la cual se encontraban encerrados.
Cuantas percepciones me he perdido al no estar ahí, seguro que han surgido pequeñas historias que cuando se relaten resultaran hermosas de leer, escuchar, el olor a solidaridad, la sensación de respirar democracia, porque hoy es un día para la democracia pero no porque hayan elecciones, sino porque hoy la verdadera democracia se encuentra en las calles de España, desde Sol hasta el resto de ciudades, pueblos, que se han movilizado, ya sea en España o en otras zonas del planeta. Eso es la verdadera democracia.
Porque hoy no debe de importar como se reparten el pastel los dos principales partidos de España, hoy no debe de impórtanos cuantos escaños han alcanzado uno u otro, hoy lo que nos debe importar, es que se ha empezado a construir de nuevo democracia, y no a través de las urnas, sino en la calle, a través de asambleas, y los diferentes actos y luchas que están llevando a cabo desde el quince de mayo. ¡Que alegría leer hace poco que la acampada de Puerta de Sol (Madrid) tiene pensado continuar hasta el día 22!, esperemos que no lo revienten (este movimiento tan hermoso) y que no saquen a los perros de presa con sus porras y pelotas de goma. Ojalá que lo que llega desde la distancia, ese ambiente de solidaridad, civismo, pacifismo, una energía extraordinaria, se siga expandiendo dentro y más alla de las fronteras, y sea el principio de algo muy bonito que está por venir. Porque otro mundo es posible.
P.D: Simplemente dar las gracias, y mostrar mi apoyo a todas las personas que estos días me han devuelto una ilusión que nunca había perdido del todo pero que quizás se encontraba herida, gracias por todo lo que estáis haciendo, es fantástico, algo muy grande.
Saludos y gracias.
Desde la distancia, desde la lejanía, en un día como hoy prefiero observar a los verdaderos protagonistas de la democracia, una palabra maltratada, dañada en su imagen por el trato que le han dado los políticos durante estos últimos años, una palabra joven para muchos, ilusionante para otros, y con grandes metas por conquistar, pero que han manipulado, violado hasta crear que llegues a dudar de ella.
La verdad que no me importa si hoy hay o no hay elecciones, hace mucho que deje de creer en mi derecho a voto, en mantener en pie una farsa, en observar como una vez más PP y PSOE se reparten el pastel, junto algún que otro partido nacionalista.
Lo que hace que vuelva a tener ilusión, lo que me parece increíble, lo que me llena de orgullo, y me devuelve la esperanza, y me hace creer que algún día no muy lejano veré como se derrumba este sistema, es lo que pasa en las calles de muchas ciudades de España, en sus plazas principales, allí donde la gente ha decidido tomarlas e instaurar democracia, porque eso es lo que siempre he creído que es la democracia, la voz de la gente, de los indignados, y no la de unos políticos que tratan de convencernos que nos representan, nada más lejos de la realidad como ha quedado demostrado.
Sé que es difícil hablar de todo lo que está pasando en España desde la distancia, desde la lejanía de encontrarme desde hace unos años viviendo en otro país, a pesar de que las redes sociales hacen que ese alejamiento sea más llevadero, imagines, escritos, sonidos, que puedo captar a pesar de los kilómetros que me separan, pero aún así no es lo mismo. Me encantaría estar allí, en la calle, en la plaza de mi ciudad, apoyando, y escuchando lo que tienen que decir los verdaderos protagonistas de la sociedad, la gente de a pie.
Estoy seguro que estos días en los diferentes puntos de España se están viviendo experiencias únicas, inolvidables, que a muchos desencantados y escépticos les ha vuelto las ganas de creer, soñar despiertos, y animarse por salir de la apatía en la cual se encontraban encerrados.
Cuantas percepciones me he perdido al no estar ahí, seguro que han surgido pequeñas historias que cuando se relaten resultaran hermosas de leer, escuchar, el olor a solidaridad, la sensación de respirar democracia, porque hoy es un día para la democracia pero no porque hayan elecciones, sino porque hoy la verdadera democracia se encuentra en las calles de España, desde Sol hasta el resto de ciudades, pueblos, que se han movilizado, ya sea en España o en otras zonas del planeta. Eso es la verdadera democracia.
Porque hoy no debe de importar como se reparten el pastel los dos principales partidos de España, hoy no debe de impórtanos cuantos escaños han alcanzado uno u otro, hoy lo que nos debe importar, es que se ha empezado a construir de nuevo democracia, y no a través de las urnas, sino en la calle, a través de asambleas, y los diferentes actos y luchas que están llevando a cabo desde el quince de mayo. ¡Que alegría leer hace poco que la acampada de Puerta de Sol (Madrid) tiene pensado continuar hasta el día 22!, esperemos que no lo revienten (este movimiento tan hermoso) y que no saquen a los perros de presa con sus porras y pelotas de goma. Ojalá que lo que llega desde la distancia, ese ambiente de solidaridad, civismo, pacifismo, una energía extraordinaria, se siga expandiendo dentro y más alla de las fronteras, y sea el principio de algo muy bonito que está por venir. Porque otro mundo es posible.
P.D: Simplemente dar las gracias, y mostrar mi apoyo a todas las personas que estos días me han devuelto una ilusión que nunca había perdido del todo pero que quizás se encontraba herida, gracias por todo lo que estáis haciendo, es fantástico, algo muy grande.
Saludos y gracias.
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